La seguridad siempre ha sido una preocupación en la vida de las personas, nadie quiere ser vulnerable ante los ataques malintencionados de terceros y en una sociedad interconectada como la de ahora, esta preocupación se traslada al mundo digital.

Las nuevas tecnologías han puesto en funcionamiento cientos de herramientas y plataformas digitales que, si bien facilitan la vida cotidiana, también resultan blancos ideales para los criminales. La migración digital de sistemas financieros, educativos, de salud, energía y producción, así como muchas otras industrias, hace vulnerable a prácticamente todos los actores de la sociedad ante el cibercrimen.

Prácticamente nadie está exento de ser víctima de delitos informáticos ya que algunos de ellos, pueden incluso afectar a naciones completas. Por eso, es tan importante conocer sobre ciberseguridad o seguridad informática y cómo proteger la información en la web.

¿Qué es ciberseguridad?

La ciberseguridad es una disciplina que forma parte de la seguridad informática, que consiste en la aplicación de estrategias y herramientas, para la prevención y respuesta ante los ataques a sistemas informáticos.

Todas las personas deben tomar medidas responsables para proteger su información en la web, pero especialmente las empresas y entidades que manejan grandes volúmenes de datos. A nivel individual, son comunes los delitos de suplantación de identidad y robo de datos, mientras que los hackeos corporativos pueden ir desde bloqueo de sistemas, robos millonarios y secuestro de plataformas, hasta amenazas a la seguridad nacional.

Amenazas comunes a la ciberseguridad

Existen muchos tipos de amenazas para las plataformas electrónicas, sin embargo, se suelen clasificar en tres tipos:

Cibercrimen: Es el tipo de amenaza más común y le puede ocurrir a cualquier persona. Son ataques que se realizan a nivel de usuarios y pueden ir desde suplantación de identidad hasta acceso a información confidencial o estafas financieras. Por lo general, quienes cometen estos crímenes buscan obtener una ganancia monetaria.

Ciberguerra: Los conflictos bélicos han evolucionado y ahora los sistemas electrónicos son el principal objetivo de guerra. Este tipo de ataques responden a motivaciones políticas, por lo que suelen tratarse de robo de información confidencial con la finalidad de extorsionar o controlar a un movimiento político determinado. También entra dentro de esta categoría, la manipulación de información para influir en la opinión pública o el resultado de elecciones.

Ciberterrorismo: A diferencia de la ciberguerra, en este caso, se intenta crear pánico entre los ciudadanos de una región, atacando sistemas fundamentales como redes eléctricas, Smart grid, plataformas gubernamentales, e incluso se ha llegado a manipular sistemas de salud que pueden comprometer directamente la vida de las personas.

La preocupación de las corporaciones y entes gubernamentales, por resguardar la ciberseguridad de los ciudadanos aumenta cada vez más. A medida que la sociedad evoluciona y se van adoptando nuevos dispositivos tecnológicos, así como también se desarrollan ciudades inteligentes, la vulnerabilidad ante los ataques informáticos crece.

¿En qué consiste un ataque a la ciberseguridad?

Los ataques a la ciberseguridad son muy variados y dependen del sistema que se pretende dañar y de los objetivos que se persiguen. Por lo general, los delincuentes buscan fallas o puntos vulnerables en el código de los programas, a través de los cuales acceder a los sistemas y hacerse con el control de estos.

Sin embargo, existe otra modalidad mucho menos técnica, pero igual de efectiva para cometer delitos informáticos, se trata del robo de identidad, phishing y fraude electrónico. En estos casos, el atacante se basa en estrategias de ingeniería social y en la ingenuidad del usuario, para obtener contraseñas, datos bancarios y otros, haciéndose pasar por una entidad legítima. De esta forma, la persona suministra sus datos, sin saber que está siendo víctima de un fraude.

La ciberseguridad depende de protocolos criptográficos que son empleados para cifrar correos y archivos, dificultando que sean interceptados por delincuentes; pero también del empleo de programas para la detección de código malicioso, virus y troyanos que pueden comprometer los sistemas. Sin embargo, no importa qué tipo de medidas de seguridad se tomen, al final gran parte de la responsabilidad en la seguridad informática depende del usuario.

¿Cómo protegerse de un ciberataque?

La principal medida de seguridad informática es informarse. Las modalidades de fraude electrónico cambian constantemente y los delincuentes son cada vez más astutos para introducir virus y robar información. Actualizar los estándares de ciberseguridad, te dará la confianza de estar protegido ante cualquier amenaza.

También es importante mantener actualizados los programas y software de tus equipos, y contar con un antivirus confiable. Así como los hackers van modificando sus códigos maliciosos, los programadores de software y las empresas se encargan de ir creando “parches” de seguridad para tapar esos huecos vulnerables en el código que son aprovechados por los delincuentes.

Finalmente, se debe ser precavido y estar atento cuando se navega en la web. Cuando se trate de acceso a plataformas (especialmente bancarias) evita ingresar tus datos a través de enlaces. Escribe tú mismo la url a la que quieres entrar y constata que cuenta con un certificado SSL, de esta forma sabrás que es en un sitio seguro. La mayoría de navegadores resaltan las url seguras con un candado o un símbolo en verde, para identificar sitios web válidos.

Evita abrir enlaces que lleguen de remitentes desconocidos a través de correo electrónico o chats en redes sociales, e incluso si provienen de un contacto conocido, asegúrate de que no se trata de una url falsa. No suministres datos a través de estos medios y evita descargar archivos que puedan parecer extraños.

Las organizaciones son cada vez más conscientes de la importancia de proteger los datos de sus usuarios en la web, sin embargo, siempre vale la pena estar prevenido y tomar las precauciones necesarias. No se trata de temer a la tecnología, sino de saber protegerse.

En un mundo donde las ciudades inteligentes son una realidad y la eficiencia de sistemas como los Smart grid, plataformas financieras, transporte y producción dependen de la interconexión digital, lo mejor es adaptarse y avanzar en el campo de la seguridad informática. Si te pareció interesante este artículo, cuéntanos en los comentarios ¿Qué estrategias de ciberseguridad utilizas?

Fuentes: